Embalse El Yeso alcanza su mayor registro en cinco años y Junta del Río Maipo descarta racionamiento ante eventuales lluvias en la RM
Sin embargo, desde la junta hicieron un llamado a las autoridades ante la necesidad de construir nuevas infraestructuras que permitan crear reservas de agua potable para Santiago.
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Todo indica que, por ahora, se podría descartar un eventual racionamiento de agua potable para la Región Metropolitana. Los últimos pronósticos meteorológicos han esbozado la posibilidad de presenciar un año más lluvioso que el anterior, y las precipitaciones registradas durante la última temporada de invierno permitieron que el Embalse El Yeso finalizara el 2022 con un 73% de volumen versus su capacidad. Y hoy el panorama que visualizan desde el sector es aún mejor.
De acuerdo a la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Maipo, que está a cargo de velar por la correcta distribución de las aguas administradas por las empresas asociadas -en este caso Aguas Andinas-, por primera vez en los últimos cinco años, el Embalse el Yeso contiene casi 200 hectómetros cúbicos para enfrentar la temporada de otoño invierno.
Y aunque desde la junta califican esta como una noticia alentadora para enfrentar la aguda escasez hídrica que atraviesa la RM, señalan que esta reserva de agua para la capital no es suficiente.
“El racionamiento ya está descartado. No hay racionamiento porque el Yeso tiene suficiente cantidad de agua para pasar el invierno. Pero lo importante que hay que entender es que no porque los expertos digan que va a llover, va a llover”, dice Luis Baertl, presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Maipo.
“El racionamiento ya está descartado, porque el Embalse El Yeso tiene suficiente cantidad de agua para pasar el invierno”, dice Luis Baertl, presidente de la Junta del Rio Maipo.
Y comenta que si bien el año pasado finalizó con niveles mejores a los de años anteriores en términos de precipitaciones, el volumen actual de este embalse se debe no solo a la lluvia, sino también a que los regantes y canalistas entregaron todos sus recursos para privilegiar el consumo de agua humano.
“La cuenca de El Yeso estuvo cerrada y el agua de los regantes no llegó, y hoy día nosotros estamos terminando la temporada con las justas (...) Todo lo que se cultivó hasta diciembre estuvo bien. Donde comenzó la escasez realmente de agua, porque teníamos que dar agua a la ciudad para mantener el embalse el yeso fue en enero, febrero y ahora en marzo, que es la época donde se cosecha mucho”, menciona.
En ese sentido, Baertl sostiene que pese a que mantienen una buena relación con Aguas Andinas, a veces esta “no deja de ser tensa debido a que el recurso no alcanza”. Y es bajo este escenario que el vocero señala la necesidad de pensar en una infraestructura a largo plazo para la capital.
“El Estado no ha hecho ningún embalse más desde hace 40 años y por lo tanto no existen formas de reserva de agua. Ahí es donde la Junta de vigilancia está insistiendo en proyectos como el de la Laguna Negra, que está al costado de El Yeso”, indica. Y agrega que las autoridades “de alguna manera tienen que comprender que hay que construir un embalse de todas maneras para darle cuatro o cinco meses de agua a la ciudad de Santiago”.
“Esa es una obra que no la puede cargar ni las sanitarias ni los regantes, no podemos hacerlo, el Estado debería de planificar ya, pero seriamente”, dice.
Estrategias de captación de agua
Asimismo, Baertl comenta que se debería fomentar la construcción de embalses interprovinciales o la mantención de algunas de estas infraestructuras ya existentes y que se encuentran abandonadas. Esto, con la idea de “aumentar la disponibilidad de captar agua en un momento donde realmente haya recursos”.
Y aunque desde el sector han mencionado la urgencia de rediseñar la estrategia en lo que respecta al agua potable y han cuestionado la ejecución de embalses en medio de un período de sequía, Baertl es tajante en señalar que “el embalse El Yeso sí se ha llenado y lo hizo con un gran esfuerzo”.
“Estos embalses deberían estar preparados para captar agua en eventos lluviosos importantes. Cualquier cosa que se haga, por más que se demore en llenar ese embalse, va a favor de darles resiliencia (a la población) en una zona donde cada vez la lluvia es más escasa. La desertificación avanza”, indica.
El presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Maipo comenta, además, que desde el punto de vista de proyectos, están trabajando con las autoridades para que “puedan comprender que es importante reforzar las fuentes de agua que no se están usando”. Y señala que se han reunido en distintas ocasiones con la Dirección General de Aguas (DGA) y el ministerio de Medio Ambiente para expresar las inquietudes de los regantes de la zona.
“Ahora en abril tenemos una reunión de los canalistas con Aguas Andinas para ver cómo vamos con respecto a nuestra metas del año pasado”, agrega.